Vuela, vuela alto, vuela libre como nunca lo has hecho, como siempre has querido, vuela solo... deja todo atrás, olvida todo y se feliz, sonríe y vive en plena libertad, suelta las cadenas que aprisionan tu alma y lárgate.
Te fuiste de las manos, escurriste como agua, como un pez sin que pudiera atraparte. Atraparte, no, nunca te quise enjaulado, quería ser tus alas, quería volar contigo. Quería, quería, quería... No me preocupe de vivir el momento, dejar la molestia y el rencor por pequeños errores, por mucho que me gustaría retroceder las cosas no se puede, la historia avanza para adelante y lo hecho, hecho esta, nadie puede cambiarlo.
Me paro frente al camino, he caído una vez más, no es la primera y mucho menos será la ultima, vamos entonces con todas las fuerzas de la historia.

La vida es a vencer o morir.

Dime: ¿Qué chucha te hice aparte de nacer? Simplemente no lo concibo, somos sangre, provengo de ti y aún así... No, algo no calza.

Por sobre las terrazas alunadas

donde se aman cautelosamente los gatos

y los brillos esquivan las chimeneas

creo que nadie sabe lo que yo sé esta noche

algo aprendido a pedacitos y a pulsaciones

y que integra mi pánico tradicional modesto

¿cómo desmenuzar plácidamente el miedo

comprender por fin que no es una excusa

sino un escalofrío parecido al disfrute

sólo que amarguísimo y si atenuantes?

los suicidas no tienen problemas al respecto

deciden derrotarse y a veces lo consiguen

entran en el miedo como en una piragua

sin remos y con rumbo de cascada

son los descubridores del alivio

pero la paz les dura una milésima

tampoco los homicidas se preocupan mucho

limitan el miedo a una coyuntura

desenvainan la furia o aprietan el gatillo

y todo queda así simplificado y yerto

pero los demás o sea los que venimos

tironeados por la maravilla

y perseguidos por el horror

los demás o sea los compinches de la duda

los candorosos los irresponsables

los violentos pero no tanto

los tranquilos pero no mucho

los deportados de la buena fe

los necesitados de alegría

os ambulantes y los turbados

los omisos de la vanguardia

los atrasados de la vislumbre

ésos qué haremos con el mundo

sino asediarlo a escaramuzas

desmenuzarlo con las uñas

extinguirlo con el resuello

desmantelarlo a mordiscones

hacerlo trizas con la mirada

dar cuenta de él con el amor

estrangularlo.