Tengo una risa magistral para llorar tu soledad...

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Te libero de mí, de mis males, de mi malgenio, de los domingos por la tarde en donde nunca puedo más, del odio a mis cumpleaños, de no saber cómo hacer para regalarte algo que no pierdas.
Te libero de mi desengaño, de tu karma, de mis novedades, de la contradicción que represento.
Te libero de mis llamadas que te saben a autocompasión, de mis enredos, de mi cabello suelto, largo, lacio, sin peinar.
Te libero de mi consciencia, del desconcierto a fin de mes, de la caída, de la llegada, de mi huida inevitable.
Te dejo libre para que me dejes, para que me veas de lejos y me quieras, menos.

sábado, 21 de septiembre de 2013

¿Quien fue tu padre? El Comandante Emilio.
¿Quien fue tu madre? La Compañera Gloria. 


lunes, 16 de septiembre de 2013

domingo, 15 de septiembre de 2013

Domingo

Odio los domingos con todo mi corazón.
Hoy fue de esos domingos asquerosos, en los que me levanto tarde porque me vienen a buscar luego, donde me quedo mirando por largos minutos el mural a medio terminar en mi pared y donde me es imposible no derramar sus par de lagrimas acumuladas de la semana, donde me tengo que ir, donde me vas a dejar a la puerta, donde te llamo a las 11 a ver si ya hiciste la maleta, odio los domingo, odio que te vayas, odio que no me puedas dar un abrazo, odio tanto que estén lejos, odio estar y sentirme sola.

Tantas veces me gustaría volver el tiempo atrás y disfrutar todo lo que no disfruté, estar contigo, volver a caminar por la calle de Angelmó, disfrutar de esa lluvia rica y volver a sentarme frente a Isla Tenglo contigo de la mano, volver a disfrutar de tus besos, de tus abrazos, de tus manos, de tus ojos reflejando la luz del sol, de los cariños a los perros, de los temblorcitos, del pasto, odio las cosas que quedaron por hacer, odio quererte tanto y sentirte tan lejos, odio sentir que ya no ocupo pensamiento en tu cabeza, odio sentir que me olvidaste, odio saber que ya no me quieres, lo odio, te odio, me odio profundamente por estar así, así de patética, así de destruida, yo no quería que esto me volviera a pasar...

Odio que te vayas lejos, odio que no estes conmigo, odio tener que venirme los domingos, odio que me llames 3 veces al día y que estes tan lejos, odio la carretera que te lleva lejos, me odio por ser tan cobarde y no decirte que quiero que vuelvas, que me da lo mismo estudiar y trabajar y prostituirme si es necesario, pero que estes aquí.

Odio los domingos, con su aire nostálgico y su tarde lenta, los odio.

viernes, 13 de septiembre de 2013

En días como hoy leer confesiones cachondas de la U de Chile me hacen mal, sobre todo de gente que se corre mano en lugares publico. La necesidad de un culiante se hace cada vez mas urgente... hormonas de mierda.

domingo, 8 de septiembre de 2013