Tengo una risa magistral para llorar tu soledad...

viernes, 30 de septiembre de 2016

El ponerle fin a algo que nunca existió, o más que nada eliminar cualquier esperanza oculta fue devolverme a aquél día donde me quebraron, desde donde no me he podido reconstruir totalmente.
Y el vacío que siento en el pecho no sé de donde proviene, si del rememorar esa agonía o de esta nueva.
Que ganas de putiar, que ganas de llorar, que ganas de no estar fallada.

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